Surrealismo








El surrealismo implica una teoría acerca del amor, de la vida y de la imaginación: de las relaciones entre el hombre y el mundo. Como señaló Alquié, toda una filosofía.
En el siguiente link encontrarás manifestaciones plásticas surrealistas de diversos pintores:
Más abajo también podrás observar algunas de estas pinturas, algunas de ellas son manifestaciones contemporáneas del surrealismo.
A continuación también podrás apreciar algunos poemas de André Breton, los que son considerados poemas surrealistas:
A la mirada de las divinidades
«Un poco antes de medianoche cerca del desembarcadero.
«Si una mujer desmelenada te sigue no te preocupes.
«Es el azul. No tienes que temer nada del azul.
«Habrá un gran jarro claro en un árbol.
«El campanario del pueblo de los colores disipados
«Te servirá de punto de referencia. Tómate el tiempo,
«Recuérdalo. El oscuro geyser que lanza al cielo los brotes
de helecho
«Te saluda.»
La carta sellada de los tres ángulos de un pez
Pasaba ahora entre la luz de los suburbios
Como una enseña de domador.
Y al permanecer
La bella, la víctima, la que se llamaba
En el barrio la pequeña pirámide de reseda
Se descosía para ella sola una nube semejante
A un saquito de piedad.
Más tarde la blanca armadura
Que vacaba de los cuidados domésticos y demás
Tomando a sus anchas más fuerte que nunca
Al niño en la concha, el que debía ser...
Pero silencio.
Un brasero daba ya presa
En su seno a una encantadora novela de capa
Y espada.
En el puente, a la misma hora,
Así se entretenía el rocío con cabeza de gata.
Con la noche, se perderían las ilusiones.
He aquí a los blancos Padres que regresan de las vísperas
Con la inmensa llave por encima de ellos suspendida.
He aquí a los grises heraldos, por fin he aquí su carta
O su labio: mi corazón es un cuclillo para Dios.
Pero del tiempo que habla, no queda más que un muro
Golpeando en una tumba como un velo podrido.
La eternidad busca un reloj de pulsera
Un poco antes de medianoche cerca del desembarcadero.
Versión de Manuel Álvarez Ortega
El penacho
Si solamente hiciera sol esta noche
Si en el fondo de la Ópera dos senos claros y resplandecientes
Compusieran para la palabra amor la más maravillosa capitular viviente
Si el pavimento de madera se abriera sobre la cima de las montañas
Si el armiño mirara con gesto suplicante
Al sacerdote de vendas rojas
Que regresa de la prisión contando los coches cerrados
Si el eco lujoso de los ríos que atormento
Sólo arrojara mi cuerpo en la hierba de París
Que no se hiela en el interior de las joyerías
Por lo menos la primavera ya no me causaría miedo
Si solamente fuera una raíz del árbol del cielo
Por fin el bien en la caña de azúcar del aire
Qué ves tú hermosa silenciosa
Bajo el arco de triunfo del Carrusel
Si el placer gobernara bajo el aspecto de una eterna transeúnte
Estando las Cámaras surcadas sólo por la mirada violeta de los paseos
Qué no daría yo porque un brazo del Sena Se deslizara bajo la Mañana
Que está de todas formas perdida
No me resigno no a las salas acariciantes
Donde suena el teléfono de las multas de la noche
Al partir he prendido fuego a una mecha de cabellos
que es la mecha de una bomba
Y la mecha de cabellos excava un túnel bajo París
Si solamente mi tren Penetrara Por ese túnel
Versión de Manuel Álvarez Ortega
Hotel de las centellas
La mariposa filosófica
Se posa en la estrella rosa
Y forma así una ventana del infierno
El hombre enmascarado está siempre de pie ante la mujer desnuda
Cuyos cabellos resbalan lo mismo que de mañana la luz de un farol
que han olvidado apagar
Los sabios muebles preparan la pieza que hace juegos de manos
Con sus rosetones
Sus rayos de sol circulares
Sus moliendas de vidrio
En cuyo interior azulea un cielo con precisión
En memoria del pecho inimitable
Ahora la nube de un jardín pasa por encima de la cabeza del hombre
que acaba de sentarse
Parte por la mitad a la mujer de busto mágico y ojos de Parma
Es la hora en que el oso boreal con gesto de gran inteligencia
Se estira y da cuenta de un día
Al otro lado la lluvia se encabrita sobre los bulevares de una gran ciudad
La lluvia entre la niebla con regueros de sol sobre las flores rojas
La lluvia y el diávolo de los viejos tiempos
Las piernas bajo la nube frutal rodean el invernadero
Sólo se percibe el pulso de una mano muy blanca representado
por dos minúsculas alas
El balancín de la ausencia oscila entre las cuatro paredes
Hendiendo las cabezas
De donde se escapan bandadas de reyes que en seguida se hacen la guerra
Hasta que el eclipse oriental
Turquesa en el fondo de las tazas
Descubre el lecho equilateral de sábanas color de esas flores llamadas
bola de nieve
Los veladores deliciosos las cortinas rasgadas
Al alcance de un librito con estas palabras estampadas
No hay mañana
Cuyo autor lleva un nombre extraño
En la oscura señalización terrestre
Versión de Manuel Álvarez Ortega
Manifestaciones Plásticas y Literarias